miércoles, 7 de agosto de 2013

Ratificación de los valores tradicionales en los derechos humanos… Aporia de ius cogens. Carta a ALTA COMISIONADA DE LAS NACIONES PARA LOS DERECHOS HUMANOS

México D.F., a 07 de agosto de 2013.

SRA. NAVANETHEM PILLAY
ALTA COMISIONADA DE LAS NACIONES PARA LOS DERECHOS HUMANOS
PRESENTE

Estimada Sra. Pillay:

Sirva la presente para exteriorizar la preocupación que como defensor y promotor de los derechos de quien suscribe la presente se tiene en relación a violación sistemática de los derechos humanos de las personas Lésbica, Gay, Bisexual, Travestí, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI) en la República Federal Rusa, y que puede permear a otras naciones, por lo cual me he dado a la tarea de realizar el siguiente análisis, nombrado:

Ratificación de los valores tradicionales en los derechos humanos… Aporia de ius cogens.
Una posible explicación de los hechos y actos homofóbicos acontecidos en Rusia, podrían tener su fundamento en la forma en como son concebidos los derechos humanos y la dignidad humana, así como de su protección, este enfoque se refiere a la manera de utilizar a los derechos humanos para continuar ejerciendo el poder desde el estatus quo de continuidad de aquellas esferas acostumbradas a ejercerlo y donde fue forjado, para defender sus propios intereses, y que estos no se vean mermados de ningún modo, lo que desplaza el fin de salvaguardar la dignidad humana redireccionado a los derechos humanos a una orientación  egoísta e ilegítima. A este hecho se le conoce como instrumentalización de los derechos humanos, el objetivo de su empleo es crear mecanismos sustentados en el axioma con apariencia en su cumplimiento pero que tienen resultados contrarios al mismo axioma, creando una aporía de ius cogens.
Esto es lo que sucedió durante el  Sexagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, en donde se presentó el Informe del Consejo de Derechos Humanos[1], en su Vigésima primera sesión ordinaria llevada a cabo del 10 al 28 de septiembre y del 5 de noviembre de 2012, en este informe se comunica la aprobación del día 27 de septiembre de 2012, por medio de votación directa, para la Promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales mediante un mejor entendimiento de los valores tradicionales de la humanidad: mejores prácticas, en sufragio que registró: 25 escaños a favor contra 15 y 7 abstenciones, elección registrada de la siguiente manera:
Votos a favor[2]:  Angola, Arabia Saudita, Bangladesh, Burkina Faso, Camerún, China, Congo, Cuba Djibouti, Ecuador, Federación de Rusia, Filipinas, India, Indonesia, Jordania, Kirguistán, Kuwait, Libia, Malasia, Maldivas, Mauritania, Qatar, Senegal, Tailandia, Uganda.
Votos en contra[3]: Austria, Bélgica, Botswana, Costa Rica, España, Estados Unidos de América, Hungría, Italia, Mauricio, México, Noruega, Polonia, República Checa,  Rumania, Suiza.
Abstenciones: Benin, Chile, Guatemala, Nigeria, Perú, República de Moldova, Uruguay.
Generando así, que el Consejo de Derechos Humanos adoptara la resolución que ratifica el vínculo que presupone entre los derechos humanos y los valores tradicionales de las diferentes culturas en la posibilidad de utilizar paradigmáticamente dichos valores tradicionales con el propósito de promover y proteger los derechos humanos y defender la dignidad humana.
La actual resolución, presentada por Rusia y escrita en coautoría por más de sesenta estados (no todos miembros del Consejo[4]), sustenta que los valores tradicionales comunes refuerzan positivamente los derechos humanos. Sin embargo, la aporía se detecta al estudiar el siguiente párrafo: “Recuerda el importante papel que cabe a la familia, la comunidad, la sociedad y las instituciones educativas en la defensa y la transmisión de estos valores, que contribuye a promover el respeto de los derechos humanos y aumentar su aceptación a nivel de base, y exhorta a todos los Estados a que fortalezcan este papel mediante medidas positivas apropiadas”, consistiendo en la transmisión de valores tradicionales, estos mismos que han generado desigualdad, discriminación, persecución, estigmatización y refrendo de estereotipos socialmente aceptados, en si grupos en peligro de ser vulnerados sus derechos como son: Mujeres, Niñas, niños y adolescentes, Adultos mayores, Población indígena, Personas con discapacidad, Personas que viven con VIH/sida y Población LGBTTTI. Quienes históricamente han sido sometidas a los cánones establecidos por los individuos en el poder y sus valores tradicionales conservadores enmarcados en una moral pública de asignación y cumplimiento de roles sociales, y la expectativa de su cumplimiento, así como el establecimiento del castigo a quienes no continúen con los patrones acordados tradicionalmente por los detentores del poder, lo cual queda claro al señalar que: “Reiterando que todos los derechos humanos son universales e indivisibles, están relacionados entre sí, son interdependientes y se refuerzan mutuamente, y que deben tratarse de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso, y que, si bien es necesario tener en cuenta la importancia de las peculiaridades nacionales y regionales y los diversos antecedentes históricos, culturales y religiosos, todos los Estados, independientemente de cuál sea su sistema político, económico y cultural, tienen la obligación de promover y proteger todos los derechos humanos y libertades fundamentales,  Reafirmando que en sus tradiciones, costumbres, religiones y creencias todas las culturas y civilizaciones comparten un conjunto común de valores que son patrimonio de toda la humanidad, y que esos valores han contribuido de forma importante al desarrollo de las normas y preceptos de derechos humanos[5]”. Valores que comparten la espiral de violencia y discriminación, que en el caso en específico, se refiere a las relaciones sexo-afectivas no tradicionales y la constitución de la familia tradicional, dejando clara la postura en el siguiente párrafo: "los derechos humanos proceden de la dignidad y del valor inherente a la persona humana y reconoce el papel positivo de la familia, de la comunidad y de las instituciones educativas en la promoción de tales derechos, instando a los estados a que «fortalezcan este rol a través de medidas positivas adecuadas"[6]. Y es en este ambiente, donde se juega el futuro de la instrumentalización o no de los derechos humanos, ya que se consideran que los valores tradicionales constituyen una amenaza para las mujeres y para las personas LGBTTTI, constituyendo una contra-convención en sí mismo.
Esta lectura, entre líneas, es la que previeron y anticiparon los 15 países que votaron en contra encabezados por los Estados Unidos y los países europeos, finalmente el éxito de Rusia es debido a su insistencia y perseverancia, ya que esta es la tercera resolución sobre valores tradicionales que se aprueba desde 2009. La política, es la arena donde se doblegó la visión esperanzadora de los derechos humanos. Las delegaciones de Europa y de Estados Unidos se quejaron repetidas veces sobre la manipulación de los resultados de los trabajos del Comité de Asesores quienes interrelacionaron los valores tradicionales y los derechos humanos en marzo del año pasado. Cuando se aprobó esa medida, tomaron control de los esfuerzos del Comité Asesor por producir un informe que era contrario a la intención de la resolución[7].
Lo que desencadeno acciones y reacciones, en el perverso juego de causa y efecto, el primero que fue la reacción cuando el presidente Obama ordenó a todas las agencias federales encargadas de la diplomacia estadounidense y de la asistencia al extranjero, que promovieran los derechos LGBT, el año pasado, promoviendo que el apoyo a los valores tradicionales es muy problemático para las personas LGBTTTI, según informa Gay Star News. Detectando y señalando la preocupación del uso para defender la familia natural y temor de no poder despenalizar la conducta homosexual en todo el mundo.
Esto vinculado en una primera reacción, a las declaraciones realizadas ante la victoria aprobada, del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, al proclamar que «la Federación Rusa, junto con sus aliados, continuará promoviendo el vínculo inseparable entre los derechos humanos y los valores morales tradicionales en el Consejo de Derechos Humanos.
Actos previos que generaron en Rusia políticas públicas que forman parte de una campaña para promover los valores tradicionales rusos en lugar del liberalismo occidental, acciones de persecución, estigmatización, discriminación, tortura y exterminio de la población LGBTTTI, por parte de la población rusa, son el resultado, gestado y apoyado por el Kremlin y la iglesia ortodoxa rusa, a consecuencia de la permeabilidad de la violencia desde las cúpulas políticas a las personas gobernadas, desatando todo acto de violencia encarnizada de persecución, fenómeno conocido como “circulo de la discriminación”, estos actos de gobierno que van desde emplear cuerpos policiacos antidisturbios, detenciones arbitrarias a personas activistas de los derechos de las personas homosexuales, tratos crueles e inhumanos, propinándoles golpizas por hombres enmascarados, hasta imponer elevadas multas que van desde 156 dólares a los individuos que infrinjan la ley, y de hasta 31 mil dólares a las empresas infractoras, incluso medios de comunicación, por difundir información sobre la comunidad gay entre menores de edad, o por realizar concentraciones de orgullo gay.
Los hechos homofóbicos que se ha venido realizando, a partir del debate ante la aprobación de la ley que prohíbe la “propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales” del pasado junio, en donde se suscitaron diferentes manifestaciones en contra del mismo proyecto por parte de defensoras y defensores de los derechos humanos e integrantes de la población Lésbica, Gay, Bisexual, Travestí, Transexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI), y que fueron violentamente censurados, a raíz de dichos actos se han realizando una cacería en contra de las personas disidentes sexuales de las relaciones tradicionales rusas, el caso de la denuncia de Valentin Degtyarev, activista de los derechos humanos, quien sigue de cerca las acciones de grupos neonazis rusos; bajo la perorata moral del combate contra la pederastia, tienden trampas a homosexuales por medio del uso de internet, para luego ser emboscados y someterles al acoso, malos tratos, crueles, degradantes y sometidos a torturas. Sobre esta agresión Degtyarev ha aportado más información y datos, al difundir una fotografía de dos individuos que mantenían tomado por la cabeza a un joven puesto de rodillas y en ropa interior, cubierto de lo que parecía sangre, o su representación gráfica, y con un pene de plástico en las manos de manera intimidatoria. Junto al chico, apoyado en un mueble, un bate de béisbol, sugiriendo la violencia corporal. Los dos agresores posaban sonriendo ante la cámara, mostrando a la persona como un trofeo de caza.
Estas acciones van en detrimento de la dignidad y del valor inherente a la persona humana consagrada en los derechos humanos que se deben de velar ante cualquier valor tradicional que vaya en contra de dicho principio, esta dignidad humana la portan tanto personas que tienen relaciones sexuales tradicionales o no tradicionales, es un valor que no se encuentra a disposición de creencias, políticas y demás interpretaciones análogas, ya que los derechos humanos dan un carácter de inviolabilidad moralmente ordenada y legalmente garantizada de la persona y la indisponibilidad del modo natural de su encarnación corporal, de conformidad al libre desarrollo de la personalidad y del potencial humano, así mismo se violan los derechos a la libertad de expresión de la población LGBTTTI, el derecho a la libre asociación de las personas LGBTTTI, rompe la cláusulas de no discriminación e igualdad sustantiva y efectiva de los derechos humanos, así como la violación al  artículo 5° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos la cual señala que: "Nadie será sujeto a tortura o a cualquier otro tratamiento degradante, inhumano o castigo”, dando paso a la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes no solamente especifica que los Estados signatarios prohibirán la tortura en sus legislaciones nacionales, sino que su alcance va más haya, denotando explícitamente que no existe una orden superior o circunstancia excepcional para invocar la justificación de los actos de tortura, como es el caso de perpetuar en Rusia la visión nociva de la homosexualidad; inclusive los realizados por miembros de la sociedad en aras por defender “valores tradicionales” y que son tolerados por los gobiernos contraviniendo las disposiciones de los tratados internacionales en derechos humanos.
Una posible solución ante la aporía de ius cogens, es realizar un documento de fortalecimiento de los mecanismos de protección de los derechos humanos y la dignidad humana, por medio del control de convencionalidad entorno a la creación de las figuras de tortura equiparada y Genocidio equiparado, con fundamento y sustento a que ambas dan como resultante la promoción del odio y los crímenes justificados socialmente en contra de poblaciones en situación de vulnerabilidad, como el caso de la población LGBTTTI.
Por lo anterior expuesto, se le solicita realice un severo exhorto para reencaminar la visión esperanzadora de los derechos humanos de las personas de la población LGBTTTI, frenando estas medidas públicas atávicas en la Federación Rusa de manera inmediata, que actualmente generan una dinámica de odio y persecución social que puede llegar a consecuencias genocidas y la destrucción del tejido social ruso. Asimismo, la inminente elaboración y ejecución de programas de restitución de daños, sensibilización y acciones afirmativas encaminadas a la igualdad sustantiva entre personas heterosexuales y homosexuales.
Con los atentos saludos.

Ciudadano Libre
Rodolfo Vitela Melgar
Por la conquista de nuestros derechos.


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